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lunes, 15 de febrero de 2021

EXAMEN- FINAL-UN SUEÑO POR ALCANZAR, PARITICIPACIÓN -VIOLENCIA POLÍTICA DE MUJERES

 Un sueño por alcanzar , participación y violencia 

política de mujeres

  

     Janneth Guayllasaca

Psicología Latinoamérica

Facultad de Psicología, Universidad de Cuenca

17 de febrero del 2021

     Desde años atrás la participación política de las mujeres está en peligro a nivel mundial o en el ámbito local. Mismas que se ven envueltas en la poca representación no solo en puestos directivos, votantes, ya sea en cargos electos, administraciones tanto públicas, sector privado y lo académico. Las mujeres tienen una capacidad indudable como líderes, agentes de cambio o participar por igual en la gobernanza democrática. Pero el problema es que, el poder político ha sido reservado a los hombres, quienes desde su posición patriarcal han fomentado el desarrollo de los pueblos, ciudades y la personas desde un enfoque androcentrista. Las mujeres han optado someter sus vidas a una persistente machista, resignando sus sentimientos e inquietudes sociales ausentes de la toma de decisiones públicas. Actualmente en varios estudios y   desde la mano del régimen constitucional vigente, se ha registrado dentro de nuestro país un cambio sustantivo en la incorporación de la mujer a todos los espacios sociales y discusión pública, acompañado de la correspondiente adaptación jurídica que avala dicho cambio.

“Cuando una mujer ingresa a la política,

ella cambia; pero que cuando muchas mujeres

 ingresan a la política, la política cambia”

Michelle Bachelet

     Sin embargo,  resulta oportuno estudiar las formas y la violencia de participación política de las mujeres en  el Ecuador, para tratar de fortalecer  la democracia y la gobernabilidad  ya que se las  considera como actrices políticas o de desarrollo para garantizar  la aplicación de una perspectiva de género en las decisiones de negociación de paz y  ser parte de los procesos de transición tras un conflicto, no solo porque  las decisiones las afectan de manera directa, sino  porque la paz es responsabilidad de todos y todas , la construcción de un nuevo país con igualdades de oportunidades (Novo, 2011). Se evidencia, que las mujeres enfrentan obstáculos a la hora de participar en la vida política, como señala la Resolución sobre la participación de la mujer en la política  aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, “las mujeres siguen estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo, a menudo como resultado de leyes, prácticas, actitudes y estereotipos de género discriminatorios, bajos niveles de educación, falta de acceso a servicios de atención sanitaria y debido a que la pobreza las afecta de manera desproporcionada (ONU, 2020).

     Se estima que la violencia contra las mujeres políticamente activas es un problema grave, misma que desmotiva a las mujeres de participar en los procesos políticos, constituyendo una violación fundamental a su dignidad humana, debilita la democracia, impiden fortalecer la creación de sociedades igualitarias y no discriminatorias. Esta problemática es desconocida, ignorada y considerada como parte de las prácticas “naturales” de la política o del “costo de hacer política” y la disputa por tener poder (Torres, 2017).

     Según Jiménez (2007), la violencia no es una cuestión propia del ser humano, más bien este admite el enorme potencial para practicarla. En cambio, para Galtung la violencia está presente cuando los seres humanos se ven influidos de tal manera que la realización de sus funciones somáticas y mentales están por debajo de su realización potencial, puesto que el autor considera tres clases de violencia, a saber:

     La violencia estructural se manifiesta en la estructura de los estados que hacen evidente la injusticia social y otras circunstancias demostrando insatisfacción de las necesidades humanas de los pueblos, a este tipo de violencia no se la puede reconocer , esta oculta , no se evidencia un sujeto agresor o responsabilizar a alguien, es decir , configura un sistema donde las injusticias son claras en no poder cumplir con la satisfacción de las necesidades de la gente (analfabetismo, hambre , miseria , dependencia , desigualdades de género), misma que desencadena la  mayoría de violencias directas;

     Otra de las violencias muy representativas es, la violencia directa (verbal, piscología y física), se refieren al acto de fuerza que causa dolor, perturbación emocional y alteración psicológica, manifestando claramente homicidios, genocidios y referente al bienestar, identidad o libertad, crea miseria, mutilación, una ciudadanía de segunda clase ejercida desde la propia cultura, las detenciones, expulsiones, etc. Todas comprendidas como necesidades básicas (Torres, 2017). A comparación, de la violencia cultural son aquellos aspectos de la cultura, el ámbito simbólico de nuestro mundo, materializada en lo material, lenguaje, ideología y ciencias formales, lógicas, que puede servir para justificar a la violencia directa o estructural e inclusive se perciban como cargadas de razón y no malas, pero en la práctica política deja evidencias dos problemas el uso de poder y legitimación del poder (Galtung, 2003).

Violencia contra la mujer

    Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.

    La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer  o conocida también como Convención Belém Do Pará, describe a la violencia contra la mujer:  a cualquier  acción o conducta , basada en su género que, provocando su muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mismas, en el ámbito público como  privado, es decir , violencia contra la mujer  incluye violencia física, sexual y psicológica que surja dentro de la familia, unidad doméstica, en la comunidad que se cometa por el Estado o  donde quiera que ocurra (Ecuador, 2019)

Participación y violencia a la mujer en la política

    En el mundo entero la lucha por los derechos políticos de las mujeres ha sido muy larga y compleja, buscando construir espacios de participación, no solo con ideologías, ideas y sin duda los grandes sacrificios para acceder a la política, mismas que han expuesto hasta sus propias vidas.

     La participación política de las mujeres es importante para avanzar hacia la igualdad, no solo de manera cuantitativa, al lograr la paridad, sino con la calidad de su participación. Es decir que su gestión o sus acciones deberán recoger las demandas de la población a la que representan (Género, 2019).

    Inclusive en el Ecuador se ha buscado hacer partícipe en la política a la mujer, referente a la constitución política de 1998 , año donde se introdujo la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres , el enfoque de género y la participación política de las mujeres con un mínimo porcentaje, carta constitucional donde se recogían algunos derechos jurídicos como la obligatoria de incluir un 30% de mujeres a las listas pluripersonales para elecciones de presidentes o vicepresidenta, pero sin embargo el machismo de los hombres, los partidos o movimiento políticos no cumplieron en eso tiempos, siendo violentado uno de  los derechos de las  mujeres.

     Actualmente, existen obstáculos que impiden la participación representativa o afectiva de las mujeres ámbitos de toma de decisión tanto político como económico, como en el caso de la participación política la mujer se mantiene en desventaja en relación a los hombres puesto que el porcentaje de mujeres que ocupan cargos en los gobiernos es reducido en todos los niveles. En el Poder Ejecutivo son pocos los países que superan el 10% de participación de las mujeres. En el Poder Legislativo, el promedio mundial de mujeres en el parlamento es de 17% y en el continente americano el promedio es de 20% -todavía bajo. Además, la mujer es calificada por prejuicios y estereotipos culturales como sociales enfatizado la importancia del cuidado de los hijos o familia, ama de casa,  entre otros que se tejen en torno a la mujer, la discriminación y la visión tradicionalista de los roles de género que generan una debilitada posición social de la mujer, encaminado a crear violencia o incapacidad de ser parte de la política (CEPAL, 2007).

     Es fundamental mencionar que, la violencia contra las mujeres en política es una problemática por varias razones. Evidentemente plantea una amenaza directa a la habilidad y disposición de las mujeres para participar en la política.

     Las mujeres al participar en la política muchas de estas han sido víctimas de violencia. En cuanto a la definición de la violencia contra las mujeres en la política, según NDI, esta incluye todas las formas de agresión, acoso, intimidación contra la mujer como actores políticos simplemente porque son mujeres. Actos dirigidos a las mujeres en su rol de electores, líderes cívicos, miembros de partidos políticos, candidatos, representantes electos o funcionarios, diseñados para restringir la participación política de las mujeres como grupo (Torres, 2017).

     Sin duda alguna , el problema de la "violencia contra las mujeres en política a desencadenado una violencia y acoso contra las mujeres describiendo comportamientos por ser mujeres con el propósito de que abandone la política, para que no tengan participación, ejerciendo poder más a los hombres que a las mujeres, marcadas por los estereotipos de que si eres mujer debe dedicarse, a ser amada de casa, quien crie a los hijos , etiqueta puesta por la misma sociedad,  la cual sigue evidenciándose en la actualidad (Barrería, 2013).

     Esta violencia refuerza los estereotipos y roles tradicionales que se dan a las mujeres, utilizando la dominación y el control para disuadir y excluir a las mujeres de la política.

    Asimismo, la psicología comunitaria coloca particular atención y hace suya la conceptualización de la violencia a partir de la perspectiva de género. Entiendo que la violencia de género es un abuso de poder que se da en el contexto de una estructura social que favorece la agresión de hombres hacia mujeres, siendo un factor de la dominación social que la sostiene y reproduce. Esto constituye sólidas bases de un sistema patriarcal que promueve la domesticación de la mujer, la oprime y maltrata (Muñez, 2015).

    También, el NDI (2017), refiere que la violencia contra las mujeres en política, se evidencia a causa de tres características específicas: a) Está dirigida a las mujeres debido a su género. b) Su forma misma puede ser de género, como lo demuestran las amenazas sexistas y la violencia sexual. c) Su impacto es desalentar a las mujeres en particular de ser y convertirse en políticamente activas.

     La baja participación en la esfera política, es una forma de violencia, Según datos de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres (INEC, 2011), la forma de violencia más frecuente, que viven las mujeres ecuatorianas, es la psicológica o emocional, el 53,9 % de las mujeres reportan haber sufrido este tipo de violencia, y esto se ve en la esfera pública , las mujeres están expuestas a triple vulnerabilidad donde confluyen múltiples discriminaciones: por la pobreza, por condición de género, la pertenencia étnico-cultural y por discapacidad, condiciones que se fortalecen en la escena política (Ecuador, 2019) .

     Las mujeres siguen siendo marginadas ante la opinión pública y ante cargos de poder con los hombres, pero debemos encaminarnos a la justicia de género, la cual puede ayudar a lograr la igualdad entre mujeres y hombres en conjunto con las medidas para reparar las desventajas que llevan a la subordinación de las mujeres y para permitirles acceder y controlar los recursos en combinación con la agencia humana (María Benavente, Alejandra Valdés, 2014).

    Además, esta problemática, está ligada a la desigualdad sobre el liderazgo feminista, al establecer igualdad y participación política de la mujer ayudaría a derribar barreras culturales y estructurales que existen alrededor de quién puede gobernar. Martín-Baró (1985), identifica tres aspectos para transformar la igualdad :  El ser humano se transforma al ir cambiando su realidad por un proceso activo , el diálogo, mediante la paulatina decodificación de su mundo, la persona capta los mecanismos que le oprimen y  se abre el horizonte a nuevas posibilidades de acción y finalmente el  nuevo saber de la persona sobre su realidad circundante le lleva a un nuevo saber sobre sí misma y sobre su identidad social permitiendo no sólo descubrir las raíces de lo que es, sino el horizonte de lo que puede llegar a crear a futuro (Burton, 2004).

     Pero para fortalecer, una mayor participación de mujeres en el gobierno de nuestras ciudades y en la política en general no es algo que se logre de la noche a la mañana. Esta requiere de iniciativas, como públicas o privadas que empoderen y promuevan el liderazgo de las mujeres, y que cambien la percepción a veces negativa de las mujeres en la política (Seijas, 2016).

     Podría mencionar que otra forma para disminuir la violencia y fomentar la participación de las mujeres en la política es, involucrar esta problemática a la psicología social, porque esta estudia cómo los grupos sociales, las instituciones y las culturas afectan a la conducta del individuo. Jugando un papel importante aquí los psicólogos, ya que ellos les interesa estudiar el pensamiento, emociones, deseos y juicios de los individuos, así como su conducta externa. Nuestro mudo está habitado por animales sociales, vivimos en sociedades, grupos y culturas; organizamos en forma natural nuestras vidas, en relación con la de otros seres humanos y estamos influidos por la historia social, instituciones y actividades (Segovia, 2018).

     La educación en la actualidad es muy importante, en nuestro país actual son mas mujeres que hombres que tienen u nivel académico avanzado, son varios los estereotipos asignados a la mujer, pero existen características y cualidades promocionadas, más allá de estos estereotipos, que se podrían considerar como garantía de un buen desempeño en la función pública como; su formación académica y la experiencia profesional. La fortaleza, el “atrevimiento” o “arrojo” y la capacidad de lucha. La mujer es el símbolo de cambio en el quehacer político, o alternativa a la desprestigiada política tradicional ejercida por los hombres (Ecuador, 2019).  

     En efecto, la política es el alma de la educación, lo explica Freire cuando afirma que las prácticas educativas siempre son políticas, porque involucran valores, proyectos, utopías que reproducen, legitiman, transforman las relaciones de poder prevalentes en la sociedad y sobre todo la educación nunca es neutral, está a favor de la dominación (Garnica, 2017).

     Al a ver conocido a fondo esta problemática, las herramientas, las alternativas para ayudar a estas mujeres a empoderar o fortalecer puede ser desde la perspectiva de la psicología liberadora, la teoría de la psicología comunitaria de Maritza Montero y la metodología acción participativa como fuentes para dar solución.

     Martin-Baró, pensar la liberación desde la perspectiva de la Psicología plantea la necesidad de comprender plenamente las condiciones de existencia material, psicológica y espiritual de nuestros pueblos, es más un desafío al que la psicología latinoamericana puede hacer grandes aportes. Liberarse de la propia psicología y su correspondiente rol; y de otro, atreverse a romper radicalmente con la tradición positivista y construccionista en la psicología de la liberación (Barrero, 2015).

      Montero (2004), es una lucha hacia la transformación y la libertad de la comunidad, La participación es la que convierte a la comunidad en la acción social. Martín (1988), en base de esta en lograr el camino de transformación de la realidad de la comunidad. El proceso participativo conlleva a los sujetos de la comunidad a logar un cambio por medio de procesos sociales y psicosociales para alcanzar un objetivo conjunto que ayude a sustituir las necesidades de su comunidad y conseguir cambios sociales en la misma (Montero, 2004).

  Según Sánchez-Vidal (2007), para lograr el desarrollo de la comunidad se ve necesario incentivar y promover la Participación Comunitaria, potenciando el Sentimiento de Comunidad y fomentar su Empoderamiento. La importancia de potencializar la participación es una pieza clave para ayuda en el empoderamiento de una comunidad, promoviendo el cambio social de la realidad, implicando de manera activa a los actores componentes del barrio en la transformación y evolución de su entorno  (Ferre, 2015). También esta teoría posee acciones diversas mediante las que los individuos deben luchar de manera conjunta, unidos y organizados (Berrero y Rodríguez, 2010; Sánchez-Vidal, 2007).

    Montero (1998), recalca que al fomentar la participación comunitaria es relevancia, puesto que con ello se logra mejorar el desarrollo y el crecimiento personal de sus componentes como beneficiarios directos de la participación.

     Es por eso que es necesario involucrar a esta problemática a la Psicología Comunitaria, la cual brinda herramientas teóricas y metodológicas para abordar problemáticas sociales. Como se visualizaba anteriormente, la violencia a la mujer constituye un drama social con vastísimas repercusiones. A su vez, permite articular conceptualmente categorías claves para pensar la problemática, tales como estereotipos, mitos, percepciones, relaciones de poder, violencia y estructuras sociales (Cantera y Cantera, 2014).

     Incorporar a la IAP en esta problemáticas es importante porque ayudaría a empoderar y buscar nuevos rumbos a las mujeres para tener igualdad de oportunidades ,  su  finalidad es cambiar la realidad y afrontar los problemas de una población a partir de sus recursos y participación, lo cual se plasma en los siguientes objetivos concretos: a) Generar un conocimiento liberador a partir del propio conocimiento popular, que va explicitándose, creciendo, estructurándose mediante el proceso de investigación llevado por la propia población y que los investigadores simplemente facilitan aportando herramientas metodológicas. b) Como consecuencia de ese conocimiento, dar lugar a un proceso de empoderamiento o incremento del poder político y al inicio o consolidación de una estrategia de acción para el cambio. c) Conectar todo este proceso de conocimiento, empoderamiento y acción a nivel local con otros similares en otros lugares, de tal forma que se genere un entramado horizontal y vertical que permita la ampliación del proceso y la transformación de la realidad social (John Durston, Francisca Miranda, 2002).

    La metodología -Acción-participativa IA), requiere planificar, actuar, observar y reflexionar más cuidadosamente, más sistemáticamente y más rigurosamente de lo que se suele hacer en la vida cotidiana, y significa utilizar las relaciones entre estos momentos distintos del proceso, como fuente tanto de mejora, como de conocimiento.

Conclusión:

    Con lo mencionado anterior mente podemos concluir , que las mujeres al ser partícipe de la política asido marginada , calificada por estereotipos dando más importancia a los hombre y no a las mismas, la sociedad avenido estigmatizando a las mujeres como la ama de casa , la débil ,frágil para que no tenga un puesto político o represente a todas las mujeres , pero la mujer al ser involucrada en la política juega un papel  muy importante su participación y representación  es considerada vital para la construcción de una sociedad como camino para buscar y concretar la igualdad de derechos, oportunidades que permitan avanzar hacia la equidad ya que la política va de la mano de la educación y en la sociedad moderna son más mujeres que hombres que estudian , pero aun así no se le toma encuentra.

Pero con ayudar a empoderar trataríamos de convertir a las mujeres y a las comunidades en protagonistas de su propio cambio, dotándolas de control y dominio sobre su realidad, haciéndolas responsables de las acciones en las que se involucran y por las que están afectadas, logrando transformación positiva de la misma, mejorando su calidad de vida.

Referencias:

Barrero, E. (2015). Del discurso encantador a la praxis liberadora-Psicologia Liberadora-Aportes para la construcción de una psicología desde el Sur. Bogota Colombia : Catedra Libre .

Burton, M. (Noviembre de 2004). La psicología de la liberación: Prednidendo de America Latino. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/726/72610406.pdf

CEPAL. (2007). Participación, representación y decisión de las mujeres en la política .  https://www.cepal.org/mujer/noticias/paginas/1/28431/Participaci%C3%B3n.pdf

Ecuador, O. M. (Octubre de 2019). Estudio Violencia Política Contra las Mujeres en el Ecuador . Obtenido de ONU Mujeres Ecuador : https://ecuador.un.org/sites/default/files/2020-02/violencia%20politica%20baja.pdf

Ferre, M. (05 de 2015). Empoderamiento, participación y sentido de comunidad.  http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/136547/TFG_2014_ferreM.pdf

Galtung, J. (s/n de Diciembre de 2003). GERNIKA GOGORATUZ. Violencia Cultural: https://www.gernikagogoratuz.org/wp-content/uploads/2019/03/doc-14-violencia-cultural.pdf

Garnica, H. (24 de 11 de 2017). LA POLÍTICA ES EL ALMA DE LA EDUCACIÓN: PAULO FREIRE. Obtenido de http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/244820

John Durston, Francisca Miranda. (2002). Experiencias y metodología de la investigación participativa. Santiago de Chile : Naciones Unidas CEPAL . Naciones unidas CEPAL .

María Benavente, Alejandra Valdés. (2014). Políticas publicas para la igualdad de genero. Santiago de Chile: CEPAL. Un aporte a la autonomía de las mujeres .

Novo, A. (2011). La participación en política de la mujer: un estudio de caso. Scielo, 2-21.

ONU. (2020). ONU MUJERES-ECUADOR. Liderazgo y participación política: https://ecuador.unwomen.org/es/que-hacemos/liderazgo-y-participacion-politica

Segovia, H. (2018). Cuál es El Rol y La Función del Psicólogo Social. https://hernansegovia.jimdofree.com/inicio/el-rol-y-la-funcion-del-psicologo-social/

Seijas, A. (08 de Noviembre de 2016). Ventajas de la participación de las mujeres en la planificación urbana.  https://blogs.iadb.org/ciudades-sostenibles/es/mujeres/

Torres, I. (Agosto de 2017). Violencia contra las mujeres en la política . Instituto Nacional Demócrata (NDI), págs. 27-37.

 

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